La industria automotriz en México se encuentra en un punto de efervescencia y transformación, marcada por la creciente influencia de las marcas chinas que buscan consolidar su presencia no solo en el consumo local, sino como plataformas de exportación hacia mercados clave. En este panorama dinámico, Chirey, parte del gigante Chery Group, reafirma su compromiso con el país, delineando una estrategia a largo plazo que incluye, de manera ineludible, la instalación de una planta de producción nacional. La decisión de Chirey trasciende la mera venta de vehículos, buscando integrarse profundamente en el ecosistema manufacturero y comercial de México.

La determinación de la automotriz china es clara y contundente, según lo expresó Svein Azcué, vicepresidente operativo de Chirey Motor México. Azcué sostiene que "Pase lo que pase, Chirey se queda en México. Pase lo que pase, Chirey está echando raíces profundas en México y vamos a seguir en México a largo plazo". Esta declaración no es menor, pues se da en un contexto de constantes variaciones geopolíticas y económicas que podrían influir en las decisiones de inversión extranjera. Sin embargo, para Chirey, la permanencia y el crecimiento en el mercado mexicano son objetivos estratégicos inamovibles que guían sus próximas movidas.
El año 2026 se perfila como un periodo de grandes revelaciones y movimientos audaces para Chirey en México, prometiendo ser un año de "sorpresas" para los consumidores y la competencia. Uno de los anuncios más esperados y de mayor impacto será la confirmación oficial sobre la planta de manufactura. A pesar de las complejidades logísticas y de negocio que implica aterrizar una inversión de esta magnitud en un mercado con tantas variables, el directivo adelantó que el anuncio se concretará en 2026. Esta planta no es una simple "posibilidad", sino un hecho que va a suceder, sentando las bases de una nueva era para la marca en la región.
Más allá de la promesa de la planta, el portafolio de productos de Chirey experimentará una notable expansión y diversificación en 2026. La marca china se prepara para ingresar a un segmento de alto volumen y competencia en México: el de las pick ups. Lo hará con el lanzamiento de la Himla Chirey, un vehículo que buscará competir en el sector de flotillas, un nicho crucial para las ventas y la penetración de marca. Este movimiento estratégico no solo busca aumentar el market share de la compañía, sino también demostrar la capacidad de Chirey para ofrecer soluciones de transporte robustas para diversos usos comerciales e industriales en el país.
Adicionalmente, Chirey intensificará su enfoque en la movilidad sustentable y la eficiencia, con la llegada de vehículos híbridos de tecnología avanzada directamente desde China. Esta incorporación de modelos híbridos es parte de la estrategia global de la marca para alinearse con las tendencias de electrificación de la industria y las demandas de los consumidores mexicanos por alternativas de menor consumo de combustible. Los lanzamientos incluirán los modelos super híbridos Jaecoo 7, Tiggo 7 y Tiggo 8, consolidando la oferta de Chirey en vehículos de tecnología de punta y alto valor percibido, que complementarán a sus modelos a combustión.
El plan de producción de la futura planta en México se ha conceptualizado en tres fases claras, diseñadas para un crecimiento escalonado y bien definido.
La Fase Uno es la producción de vehículos "México para México", lo que significa que la producción inicial estará destinada exclusivamente al consumo local, asegurando el suministro y reduciendo la dependencia de las importaciones. Posteriormente.
La Fase Dos contempla la expansión de las operaciones para abastecer a Centro y Latinoamérica. Finalmente.
La Fase Tres se centrará en el mercado de Norteamérica, posicionando a México como un centro neurálgico para la exportación de vehículos Chirey a Estados Unidos y Canadá, un paso que sin duda reconfigurará la presencia de la marca en la región y la convertirá en un jugador automotriz de peso continental.
Este plan de crecimiento y ambición no se sostiene únicamente con la promesa de nuevos productos y la planta; se cimienta en la solidez operativa que la marca ha construido desde su llegada a México en 2022. Uno de los puntos focales que la compañía ha trabajado intensamente es el tema de la postventa, una dimensión crítica para la confianza del consumidor en cualquier marca nueva en el mercado. Svein Azcué destacó que este aspecto ha sido "saneado", y hoy la postventa es un pilar "robusto" en el grupo. Esta mejora ha sido fundamental para que la marca acumule seis meses de crecimiento consecutivo en ventas.
El enfoque en la postventa va más allá de lo básico, buscando atender no solo a los clientes minoristas (retail), sino también estar "listos para las flotillas grandes", lo que subraya la seriedad de la marca en el mercado comercial y su disposición para manejar grandes volúmenes de mantenimiento y refacciones. Este compromiso con el servicio es crucial, especialmente cuando se está en camino de introducir vehículos en nuevos segmentos como el de las pick ups para uso de flotilla. Un servicio de postventa eficiente y accesible se convierte en la principal garantía para este tipo de clientes corporativos.
A pesar del crecimiento constante en el último semestre, el directivo de Chirey reconoció con honestidad que la marca aún no ha recuperado el volumen de ventas que experimentó durante sus dos primeros años de operación, cuando llegaban a reportar alrededor de 4,000 unidades mensuales. Sin embargo, la perspectiva es optimista, apoyada en una red de distribuidores que ha sido calificada como "fuerte y rentable". La marca presume de una cobertura nacional que alcanza el 94% en puntos de venta.
La infraestructura de servicio postventa, un pilar fundamental de la estrategia de la marca, es incluso más robusta que la de ventas, asegurando una cobertura del 100% a nivel nacional. Esto significa que incluso en ciudades donde aún no existe un punto de venta físico, Chirey garantiza la disponibilidad de servicio y refacciones, lo que es un mensaje de tranquilidad y compromiso a sus clientes. Este enfoque proactivo en el servicio es lo que prepara a la marca para un "cierre de año muy fuerte", según el directivo, y para los ambiciosos lanzamientos de producto que tienen previstos para 2026, incluyendo la incursión en nuevos segmentos de mercado más allá de los SUVs y, pronto, las pick ups.
La estrategia de Chirey en México es una hoja de ruta ambiciosa y metódica, que combina la expansión de la oferta de productos, especialmente con vehículos híbridos y la pick up Himla, con la cimentación de una base operativa y de servicio sólida. La inminente planta de producción, cuya noticia se espera para el 2026, no es solo una inversión económica, sino la materialización de un compromiso a largo plazo que busca convertir a México en el hub de manufactura y exportación de Chirey para todo el continente. Con una postventa robusta y una red de distribuidores fortalecida, la automotriz china está echando raíces profundas, preparándose para una transformación que la consolidará como un jugador dominante en la industria automotriz mexicana y regional.
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