Cuándo darle mantenimiento a tu auto

Cuándo darle mantenimiento a tu auto

Realizar el mantenimiento regular de un automóvil es muy importante para asegurar un buen funcionamiento, además de prolongar su vida útil. Una pregunta muy común entre los conductores o propietarios es ¿cuándo se debe dar mantenimiento a un auto?

A continuación, te presentamos los 3 tipos de mantenimiento que existen en un auto y cuando se realiza cada uno, dado que no existen plazos de tiempo específicos, ya que esto depende de la marca, modelo del auto, si es nuevo o tiene varios años, así como de las recomendaciones de cada fabricante y del uso que se le da. Nos basaremos en tiempos y kilómetros generales sobre determinados elementos que requieren revisión.

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Mantenimiento preventivo.

El objetivo de este mantenimiento es revisar y corregir el estado del vehículo y poder descartar cualquier anomalía que pueda poner en riesgo su integridad y, por supuesto la del conductor y sus pasajeros.

Se recomienda realizar un mantenimiento preventivo de forma regular, una vez al año después de haber adquirido el vehículo o al alcanzar un kilometraje en específico. Lo ideal es hacerlo cada 10.000 kilómetros recorridos. Se recomienda tener un plan de mantenimiento preventivo, para poder calendarizar las fechas y el tiempo entre un chequeo y otro.

Estos son los elementos que se recomienda revisar:

El lubricante:

se recomienda cambiarlo cada 5.000 a 10.000 km o al cumplir los 6 meses. Antes lo ideal era cambiarlo llegados los 5.000 km. Ahora, con las nuevas tecnologías, realizar este cambio se ha prolongado más. Esto depende también del auto y del tipo de lubricante.

Aceite y filtro:

Si el auto es nuevo, se recomienda realizar un cambio de aceite y filtro cada 15.000 km o cada año, lo que suceda antes. En caso de que el auto tenga algunos años, el cambio de aceite se puede hacer cada 30.000 km o cada dos años. Por otro lado, si el auto tiene más de 15 años, el cambio de aceite y filtro se recomienda realizarlo cada año o cada 10.000 km.

Filtro de aire:

Se encuentra conectado al motor del automóvil. Este filtro está formado, en su mayoría, por un tejido con mucha porosidad doblado como un acordeón. Su función es evitar que la suciedad y otras partículas, como el polvo, entren en el motor, permitiendo que solo circule el aire limpio. El aire que se filtra es importante para el combustible del auto. Por cada litro de combustible que gasta el auto, son necesarios 10.000 litros de aire. Es por esto que el filtro debe cambiarse cada 15.000 km o una vez al año, lo que suceda primero. Es importante tener en cuenta las condiciones ambientales y climatológicas, por lo que puede ser necesario cambiarlo un poco antes.

Bujías:

Mantener las bujías en buen estado influye directamente en el funcionamiento de nuestro auto, permite mayor ahorro de gasolina, además de mejorar su rendimiento y el nivel de emisiones. Por lo que se recomienda su reemplazo en cada afinación. Dependiendo del material de fabricación, se puede prolongar la vida útil de la bujía.

  • Bujías de iridio: Cada 90,000 a 120,000 km
  • Bujías de platino: Cada 40,000 km a 80,000 km.
  • Bujías convencionales o de cobre: Cada 20,000 km a 30,000 km.

Líquido de frenos:

Se recomienda cambiarlo cada 50.000 kilómetros o dos años como máximo, lo que suceda primero. Recuerda que este tiempo puede variar de acuerdo al uso que se le dé al auto. De igual forma, si vives en una zona de clima húmedo, lo recomendable es cambiarlo con mayor frecuencia, ya que el líquido de frenos es higroscópico, lo que significa que atrae la humedad.

Líquido refrigerante:

Es importante revisar su nivel con frecuencia, tanto en invierno como en verano, ya que no se puede optimizar (siempre tiene una duración exacta). Si la temperatura del auto se muestra de forma correcta, se recomienda cambiarlo cada dos años o pasados 40.000 kilómetros, lo que suceda primero, esto permite mantener sus propiedades en perfecto estado.

Llantas:

Es importante saber que las llantas no deben usarse más de 5 años a partir de su fabricación, ya que tienen caducidad, debido a que el caucho se vuelve más rígido con el tiempo y esto puede ocasionar que se rompan, pero sobre todo pierde las propiedades de adherencia. Además de esto, las llantas deben revisarse con mayor frecuencia, corroborar que cuenten con el nivel de aire adecuado, así como su alineación, balanceo y desgaste. El surco de la llanta debe ser mínimo de 1.6 mm. Si es menor que esto, significa que su desgaste es mayor y es necesario reemplazarla por una llanta nueva.

Cableado eléctrico y luces:

Es importante que una o dos veces al año se abra el capó y corroborar que todos los cables se vean en buen estado, que no haya un cable quemado o maltratado debido a temas de humedad o temperatura y, por supuesto, corroborar que las luces e intermitentes siempre funcionen bien.

Mantenimiento correctivo.

Este mantenimiento se lleva a cabo cuando se deben realizar reparaciones en el vehículo, ya sea por averías, desgaste de piezas, debido a colisiones o accidentes, etc. Para este mantenimiento solo se recurre cuando existe una falla de funcionamiento en el auto. Y para evitarlo es por eso que se sugiere contar con un plan de mantenimiento preventivo.

Mantenimiento predictivo.

Este tipo de mantenimiento lo puedes realizar tú como propietario, ya que se trata de una reparación previa que podrás observar en tu vehículo y que, si dispones de los medios, podrás solucionarlo sin problema. Un ejemplo es: revisar el nivel de aire en las llantas o revisar los niveles de aceite y refrigerante del vehículo.

Tener un automóvil en perfecto estado es esencial y es responsabilidad de cada uno mantenerlo así. Para lograrlo es importante no olvidar ninguna de las revisiones técnicas. Lo recomendable es que lleves tu auto al mecánico o servicio técnico de tu confianza, que cuente con prestigio y buena reputación. Tu auto es una herramienta valiosa, que no debe dejarse en manos de cualquiera.

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