La emoción de un viaje por carretera en México evoca imágenes de paisajes infinitos, canciones a todo volumen y la promesa de aventuras inolvidables. Pero, ¿qué pasa cuando esa emoción se transforma en angustia por un pinchazo, un accidente o una falla mecánica en medio de la nada? En esos momentos críticos, saber a quién llamar y cómo actuar marca la diferencia entre resolver el problema rápidamente o vivir horas de incertidumbre. Aunque confiamos en que nuestro teléfono móvil nos salvará, la realidad es que la cobertura celular en México tiene vacíos, especialmente en zonas rurales o tramos montañosos. Este artículo no solo te dará las herramientas para actuar ante una emergencia, sino que transformará tu forma de prepararte para viajar, convirtiendo el miedo en seguridad.
Antes de encender el motor, la seguridad comienza con una checklist mental. Imagina esto: estás en una carretera desolada al atardecer, el coche se detiene y descubres que no tienes señal. ¿Sabrías qué hacer? La preparación es tu primer escudo contra el pánico.
Activa la marcación corta con tu compañía telefónica. Servicios como el *074* de CAPUFE o el *078* Los Ángeles Verdes requieren este permiso. Llama a tu operadora días antes del viaje para habilitarlo; es un trámite rápido que muchos olvidan.
Guarda los números clave en tu teléfono y en papel. Sí, en papel. Las baterías se agotan, las pantallas se rompen. Escribe en una tarjeta:
Descarga mapas offline. Apps como Google Maps o Waze permiten guardar rutas sin necesidad de internet. Identifica puntos clave: gasolineras, hospitales o pueblos cercanos a tu trayecto.
Este paso previo no toma más de 20 minutos, pero te evitará horas de desesperación. Como dice el refrán: “Más vale prevenir que lamentar”… especialmente cuando estás a 50 km de la civilización.
La falta de cobertura es el enemigo silencioso de todo viajero. Pero las carreteras mexicanas están diseñadas con sistemas que muchos ignoran. Si tu teléfono no funciona, sigue estos pasos:
Busca las mojoneras Esas pequeñas señales verticales al borde de la carretera, usualmente blancas o verdes, indican el kilómetro exacto donde te encuentras. Están cada 1 km, a la derecha según el sentido de la circulación. Si no ves una, camina unos metros (con precaución) hasta encontrar una. Este dato es vital para los equipos de rescate: *“Estoy en la carretera México-Puebla, km 142”* es más útil que “cerca de un árbol grande”.
Localiza teléfonos de emergencia. En carreteras concesionadas (como algunas autopistas de cuota), existen postes con teléfonos directos a la operadora. Suelen estar cada 2-5 km. Busca las torres naranjas o letreros con un ícono de teléfono.
Pide ayuda a otros conductores. En México, la solidaridad en carretera es una tradición. Si ves un autobús de pasajeros, un camión de carga o incluso una patrulla, haz señales claras con las manos. La mayoría están dispuestos a contactar a los servicios de emergencia en la próxima zona con señal.
Caminar para buscar ayuda debe ser tu última opción. Quedarte cerca del vehículo (si es seguro) te protege de riesgos como el clima extremo o accidentes secundarios.
No todos los números sirven para lo mismo. Elegir incorrectamente puede retrasar la ayuda. Aquí, el detalle que salva vidas:
Operado por Caminos y Puentes Federales, atiende emergencias en vías como México-Querétaro o México-Cuernavaca. Ofrece:
Si viajas por una autopista concesionada (como la México-Toluca), verifica en la caseta de peaje el número específico.
Este cuerpo de la Secretaría de Turismo es único en el mundo. Desde 1960, ayudan con:
El 088 está enfocado en delitos (robos, bloqueos o situaciones de violencia), mientras el 911 integra policía, bomberos y ambulancia. Usa este último si no estás seguro de a quién recurrir.
Desde un dolor en el pecho hasta un accidente grave, su personal capacitado guía por teléfono mientras llega la ambulancia. Tip: Si viajas con alguien con una condición médica, lleva un resumen de su historial en la guantera.
La seguridad vial es una responsabilidad colectiva. Si ves un accidente, un derrumbe o un coche varado, reportarlo podría salvar vidas. Por ejemplo:
Además, si brindas ayuda directa:
México tiene uno de los sistemas de emergencia vial más robustos de Latinoamérica, pero solo funciona si los conductores sabemos usarlo. Hoy, te invito a compartir esta guía con familiares y amigos. Guarda los números, explica a tus hijos cómo leer las mojoneras y practica un simulacro de emergencia en tu próxima salida.
Las carreteras no tienen por qué ser sinónimo de peligro. Con preparación, empatía y los recursos correctos, cada viaje puede ser una historia que contar… no un susto que olvidar. Después de todo, como decía mi abuelo: “El mejor viaje es el que termina con un abrazo, no con un susto”.
Este artículo no solo informa; empodera. Ahora, la próxima vez que veas una mojonera o pases junto a un teléfono de emergencia, sabrás que son más que señales: son tu red de seguridad en el asfalto.
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