La Ciudad de México (CDMX), en su constante búsqueda por mejorar la movilidad, la calidad del aire y la seguridad de sus habitantes, ha lanzado una iniciativa que no solo transforma el paisaje urbano, sino que también ofrece un impulso financiero significativo a uno de sus gremios más representativos: el de los taxistas concesionados. El Programa de Sustitución de Taxis 2025, orquestado por la Secretaría de Movilidad (SEMOVI), no es solo un plan de renovación vehicular; es una apuesta audaz por la modernidad, la sustentabilidad y un servicio de transporte público digno.
Este artículo se enfoca en el consumidor final —el pasajero que día a día se sube a un taxi— y en el taxista concesionado —el operador que tiene la oportunidad de modernizar su herramienta de trabajo—, desgranando los detalles de este programa que promete cambiar la experiencia de viajar en taxi en la capital.
El motor de este programa es doble y urgente: por un lado, está la obligación legal de renovar las unidades de taxi que hayan cumplido diez años de servicio y, por otro, la ineludible necesidad social de ofrecer un servicio de calidad a los más de medio millón de usuarios que dependen de este transporte diariamente.
Para el usuario, la renovación significa la llegada de vehículos más seguros, menos contaminantes y, en muchos casos, más cómodos y accesibles. Se acabarán progresivamente los taxis viejos con asientos rotos, sistemas de aire acondicionado inoperantes y motores que arrojan densas columnas de humo. En su lugar, circularán modelos recientes con mejores estándares de seguridad pasiva y activa, lo que se traduce directamente en una experiencia de viaje superior y más confiable.
Para el taxista, el programa es la llave a la modernización sin la pesada carga de afrontar el costo total de un vehículo nuevo por cuenta propia. La posibilidad de trabajar con un vehículo de tecnología reciente no solo lo pone al día con la normativa vigente, sino que también se traduce en menores costos de mantenimiento a largo plazo y un mayor ahorro de combustible o energía, impactando positivamente en su economía diaria.
El corazón del programa es el apoyo económico directo que el gobierno capitalino ofrece. Este no es un préstamo, sino un subsidio que se entrega a la agencia automotriz como parte del enganche o pago del nuevo vehículo, asegurando que el recurso cumpla su propósito de sustitución. Los montos varían significativamente, premiando la elección de tecnologías más limpias:
$120,000 MXN para la adquisición de unidades eficientes de combustión interna, que cumplen con estándares de bajas emisiones.
$150,000 MXN para la compra de vehículos híbridos (que combinan motor de gasolina y eléctrico).
Hasta $200,000 MXN para la compra de un auto eléctrico puro, la opción más sustentable.
Además, existe un incentivo extra de $20,000 MXN para aquellos concesionarios que opten por instalar aditamentos de accesibilidad universal en sus nuevas unidades. Esta medida es crucial, ya que apunta a hacer el servicio de taxi verdaderamente inclusivo para personas con movilidad reducida, un compromiso social que beneficia a toda la ciudadanía.
Este esquema de incentivos demuestra una clara inclinación por parte de la SEMOVI hacia la electromovilidad. Al ofrecer el mayor apoyo a los vehículos eléctricos, la ciudad no solo busca reducir la huella de carbono y mejorar la calidad del aire, sino también posicionarse a la vanguardia de las urbes que adoptan tecnologías de transporte del futuro.
La ayuda económica es solo una parte de la ecuación. El programa se complementa con créditos preferenciales gestionados a través de Nacional Financiera (NAFIN) y agencias automotrices autorizadas, facilitando el acceso a un financiamiento accesible para el saldo restante del vehículo.
El proceso de modernización, si bien requiere una serie de pasos formales, está diseñado para ser claro y con plazos definidos. La fecha límite para la inscripción es el 3 de noviembre de 2025, una fecha que el taxista debe marcar en rojo en su calendario, ya que no habrá prórroga.
Inscripción digital: El proceso inicia en el portal del Sistema de Solicitud de Sustitución de Taxis CDMX. Aquí se deben subir los documentos básicos (identificación, comprobante de domicilio, concesión vigente y factura del vehículo actual) y esperar la aprobación de la SEMOVI.
Gestión financiera: Una vez aprobado el expediente, el taxista debe iniciar el trámite para conseguir el crédito automotriz en las agencias participantes, obteniendo una Constancia de aprobación financiera a más tardar el 18 de noviembre de 2025.
Firma y Chatarrización: Tras la aprobación financiera, se firma el Convenio de Adhesión. El paso crucial para recibir el apoyo es la chatarrización del taxi antiguo. Este proceso garantiza que las unidades con más de 10 años de uso salgan de circulación de manera definitiva, cerrando el círculo de la renovación vehicular y ambiental.
Entrega y Sustitución: Finalmente, el apoyo económico se transfiere a la agencia y el taxista recibe su nueva unidad, culminando con el trámite de sustitución vehicular ante la Secretaría.
Este proceso garantiza la transparencia en el uso de los fondos públicos y la efectividad del programa en la renovación del parque vehicular.
El Impacto para el Consumidor Final: Seguridad y Sustentabilidad
Para el usuario del taxi, el resultado de este programa es tangible y profundamente positivo:
La sustitución por modelos nuevos significa que los taxis incorporarán tecnología de seguridad moderna, incluyendo frenos ABS, bolsas de aire (airbags) y estructuras de deformación programada. Esto reduce significativamente los riesgos en caso de accidente y brinda mayor tranquilidad al pasajero.
Con el incentivo extra para la accesibilidad universal, la CDMX dará un paso adelante para ofrecer un servicio de taxi más justo e inclusivo. Esto no solo beneficia a personas en sillas de ruedas, sino también a adultos mayores o a personas con carriolas.
La llegada masiva de híbridos y eléctricos al servicio de taxi es una contribución directa a la reducción de emisiones contaminantes y de ruido. Dado el alto kilometraje que recorren estos vehículos, el impacto ambiental de su sustitución es desproporcionadamente positivo para la calidad del aire en una de las megaciudades más grandes del mundo. Es un claro ejemplo de cómo la inversión pública en transporte se traduce en un beneficio de salud pública para todos los habitantes.
El Programa Integral de Mejora de Taxi, del cual esta convocatoria forma parte, busca profesionalizar al gremio y elevar los estándares de servicio. Al proporcionar herramientas de trabajo modernas y eficientes, el gobierno capitalino cumple su compromiso de que la modernización no sea solo un discurso, sino una realidad visible en las calles.
Al final, este esfuerzo conjunto entre el gobierno y los taxistas concesionados es una inversión en el futuro de la movilidad capitalina. Un futuro donde el taxi no solo será un medio de transporte eficiente y seguro, sino también un embajador de la sustentabilidad y la inclusión en la vibrante capital de México. La cuenta regresiva hasta el 3 de noviembre de 2025 ya ha comenzado, marcando el inicio de una ola verde en el servicio de taxi de la CDMX.
¿Qué impacto crees que tendrá el aumento de taxis eléctricos e híbridos en el día a día de la CDMX?
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